Ya varios empresarios, tanto locales como extranjeros han visualizado la factibilidad de negociar con lo que todavía algunos llaman basura, pero que los estudiosos y trabajadores del tema prefieren llamar recursos sólidos.
Y es que, aunque la mayoría de estos desechos van a parar a un vertedero, ya muchos tienen sus empresas con operaciones, tanto dentro como fuera del país. Este es el caso de la Recicladora del Cibao, una empresa creada en septiembre del 2010, dedicada a la exportación de materia inorgánica, como papel y plástico.
Carlos Díaz, encargado comercial de esta empresa define los roles de los sectores que intervienen en este negocio. “El reciclaje tiene tres grandes componentes, el recolector, los intermediarios, que lo comercializan y de alguna manera hacen parte del proceso, es donde nos encontramos, el otro renglón es el procesador final, quien convierte ese producto en algo reusable”.
El primero en la cadena, el recolector es quien extraen de las casas y de los vertederos el material que luego es clasificado, empacado y trasladado a la empresa, liberando así al medio ambiente de los daños que representan éstos, y convirtiéndolo en un medio de sustento.
Recicladora del Cibao compra material reciclable en toda la geografía nacional, incluyendo al Vertedero de Duquesa y empresas con las que tiene convenio. Originalmente la sólo exportaba, pero su confianza en el negocio le ha llevado a aumentar sus inversiones tecnológicas para participar de la etapa del procesamiento.
Moldosa
En igual tesitura se encuentra la empresa, Moldeados Dominicanos (Moldosa), esta es una zona franca especial, de capital venezolano y mano de obra local, radicada en el país desde 1999 y dedicada a la elaboración de cartones para huevos. “generamos 600 toneladas mensual las cuales se recolectan a nivel nacional” expresa Nelson García, encargado de Materia Prima.
Esta es la única empresa en el país que produce cartones de huevos y portavasos, luego de convertir en pulpa 600 toneladas de papel comprado en diferentes puntos de la geografía nacional, y que tiene como clientes principales a los empresarios avícolas de Moca y Licey, además de sus clientes internacionales.
Fospuca
Otra empresa que se une al negocio, es la Fospuca, también venezolana, la cual cuenta con 32 años de experiencia en el negocio, y apenas dos meses operando en Punta Cana, al llegar al lugar lo primero que hizo fue un estudio del subsuelo descubriendo que bajo los vertederos de la zona salían los acuíferos que alimentan el rio, cuyas aguas van a parar a las lindas playas de ese paraíso turístico, amenazando a la primera actividad económica de la nación.
Jesús Gutiérrez, representante de Fospuca, cuenta que al llegar allí se encontraron con una enorme proliferación de basureros indiscriminados de los cuales han eliminado catorce, y crearon un relleno sanitario que hace más manejable los residuos de modo que no afecte los recursos hidráulicos.
El desafio
Pero los comercializadores tienen un gran desafío, que comienza por la necesidad de educar a la población para que entiendan la importancia de reciclaje y apoyen su trabajo, clasificando y enviándolos a los centros de acopio, los entrevistados se quejan también de una falta de políticas claras que regularice y garantice sus operaciones en el mercado.
Afortunadamente, los sectores involucrados cuentan con el apoyo de varias instituciones de carácter internacional como es el Cedaf y la Jica, que tienen programas puntuales de educación hacia la sociedad civil, empresarios, y el sector público, con los cuales ya comienzan a notarse ciertos cambios, sobretodo en las cientos de escuelas a nivel nacional que tienen integrada al proceso y la articulación de los diferentes sectores de la sociedad.
De Mercedes Guzmán