Seguimos Contaminando



LISTIN DIARIO Adriana Peguero – 9/22/2008

SANTO DOMINGO.- La contaminación del aire, las aguas y el suelo es como un monstruo silente que avanza en la Capital dominicana, donde las descargas empresariales y residenciales van a parar al sub-suelo en más de un 70% por la falta de drenaje sanitario. A esto se agrega el hecho de que gran parte de la ciudadanía ha conectado sus sistemas sanitarios al drenaje pluvial, lo que crea un desastre mayor.

Esta problemática tiene sus efectos básicamente en épocas de lluvia, porque los sistemas de desagüe manipulados por intrusos, se rebosan debido a que su capacidad de conducción no les permite liberar las escorrentías.

El director de Protección Ambiental de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Porfirio Ortega, informó que mediante los levantamientos que han realizado técnicos de la cartera en esta ciudad, se han encontrado con grandes industrias que tienen sus sistemas de desagües industriales conectados al sistema sanitario.
Dijo que entre los problemas que han encontrado por doquier, están los talleres de motores y carros, los cuales depositan los aceites en el subsuelo, e incluso en algunos casos los depositan en cañadas ignorando el daño que causan con esta práctica al medio ambiente. Señaló que las grandes empresas comercializan los aceites quemados que retiran de los vehículos, pero los pequeños negocios realizan su trabajo sin criterio.

Dijo que Medio Ambiente, además de trabajar en un inventario de esta situación, ejecuta un proyecto piloto en distintos sectores. Citó que donde existe el mayor número de talleres es en Villa Juana y Villa Consuelo, incluso en patios y callejones.
Indicó, además, que en esta ciudad ha aumentado la concentración de monóxido de carbono por el aumento del parque vehicular e indicó que los lugares donde este tóxico se encuentra en mayores proporciones son los túneles de Santo Domingo, sobre todo en las horas pico.

Ortega destacó, sin embargo, que el problema más grave y persistente en Santo Domingo es el depósito de los desechos sólidos, pues aunque Duquesa es el mejor vertedero que existe, no se le está dando el tratamiento adecuado a los lixiviados que se escurren dentro de varias piscinas.

Sobre el particular el gerente de operaciones de la compañía Lajum Corporation, Max Dasilva, ha explicado en reiteradas ocasiones que el vertedero opera por debajo de su capacidad económica, porque tanto el gobierno como los ayuntamientos que depositan desperdicios allí, no han cumplido con el pago de las cuotas que se comprometieron para poder ejecutar los proyectos diseñados en ese relleno sanitario.

El director de Protección Ambiental informó que los lixiviados luego de caer en las piscinas se sumergen por el sub-suelo, y están contaminando las aguas subterráneas. “Hay una contaminación que se ve y otras que no se ven, y te hablo de la contaminación tecnológica, o sea, los desperdicios de computadoras y celulares, los cuales tienen entre sus componentes metales pesados y se descartan simplemente y se echan en los vertederos”, agregó.

De igual forma explicó que hay un reglamento para la disposición de los desechos biomédicos y algunos establecimientos médicos han lo asumido con responsabilidad, pero hay casos en los que los desechos se manejan bien dentro del hospital y luego que se depositan en un camión colector, reciben un trato similar a la basura que se genera en los hogares.
“Estamos trabajando sobre una definición nacional y una política sobre residuos sólidos, porque tenemos un problema a nivel nacional ya que casi el 100% de los municipios depositan la basura a cielo abierto”, agregó.

Otros problemas. Los focos de contaminación están repartidos en toda la ciudad y los que más se perciben se encuentran en las riberas de los ríos Ozama e Isabela, en los cuales hay alrededor de una centena de vertederos improvisados. Allí caen sin tratamiento millones de litros de agua desechadas por las empresas diariamente, así como residuos sanitarios de los baños construidos en las viviendas de los barrios de esas zonas.

“Nosotros estamos trabajando sin descanso y hemos logrado que muchos empresarios construyan sus sistemas de tratamiento. Es una tarea fuerte, pero poco a poco estamos sacando provecho a la situación”, dijo el especialista en ingeniería sanitaria, energía y protección ambiental.

Dijo que en las zonas hoteleras han sido los más flexibles a estas exigencias, y en su mayoría han instalado sus plantas de tratamiento.
“En algunos casos el problema es que construyeron más habitaciones y operan con el mismo sistema de tratamiento”, agregó.

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